12/07/08
Aprovechando que el día amaneció soleado y con una temperatura extrañamente agradable para esta época del año, mi Mamá nos llevó a mi hermano Manu y a mí a Club de Amigos. Allí nos encontramos con el abuelo Pichi, que -si bien me saludó e hizo algunas morisquetas- se dedicó a jugar con Manuel, que estaba conmocionado por lo que vivía como un regreso a la vida "normal". No entiendo por qué no vino antes si tanto extrañaba el lugar.
La verdad es que la pasé bastante bien: me dediqué a tomar sol y teta, en ese orden; además de dormir, claro.
Aprovechando que el día amaneció soleado y con una temperatura extrañamente agradable para esta época del año, mi Mamá nos llevó a mi hermano Manu y a mí a Club de Amigos. Allí nos encontramos con el abuelo Pichi, que -si bien me saludó e hizo algunas morisquetas- se dedicó a jugar con Manuel, que estaba conmocionado por lo que vivía como un regreso a la vida "normal". No entiendo por qué no vino antes si tanto extrañaba el lugar.
La verdad es que la pasé bastante bien: me dediqué a tomar sol y teta, en ese orden; además de dormir, claro.
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