jueves, 13 de diciembre de 2007

Mes 4


Ahora sí que la panzota es una realidad, como también las ganas de comer de Mamá, el asco y las náuseas por la leche, la intolerancia por el humo del cigarrillo (algo olímpicamente subestimado por todos) y los vómitos. Pero, por lo menos, no le doy sueño ni la placenta generó problemas, como sucedió con Manu.
Ya fuimos al obstetra, que es el mismo del otro embarazo: el doctor Guillermo Di Nucci. Atiende en su consultorio de Barrio Norte y parece que esta vez va a estar más atento, con la idea de tener todo bien atadito, cosa de que no haya sorpresas ni partos prematuros.

Un montón de amiguitos

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