lunes, 25 de febrero de 2008

Papeleo 2


A veces todo va bien y, a veces, las cosas se complican, como esta noche, que mi Mamá se empezó a sentir mal de la panzota. Y todos se asustaron, porque -como sabrán- mi hermano nació antes de tiempo y nadie quiere que eso ocurra conmigo.
Como los dolores y la dureza de la panza crecían, mis Papis llamaron a la abuela Katty para que venga a cuidar a Manu mientras ellos partían raudamente hacia el Sanatorio de la Trinidad a bordo de un taxi conducido por un chofer, digamos, sacado. Mi Papá cree que mi abu le debe haber dicho al buen hombre que mi Mami estaba por parir, porque no se explica la velocidad inusitada que le imprimió al vehículo ese tipo.
En la guardia, el obstetra ordenó un análisis de orina para mi Mamá, en tanto la revisaba. No encontró nada; ni dilatación ni nada. Por suerte, había sido una falsa alarma. Pero, aunque falsa, la alarma siempre es una alarma. Habrá que estar atentos.
Yo, por ahora, prefiero quedarme aquí adentro calentito y cómodo.

viernes, 22 de febrero de 2008

Ecografías 3



Mi Papis entraron al cuarto donde se hacen las ecografías con muy bajas expectativas. Los intentos anteriores por determinar mi género habían fracasado estrepitosamente, dada la posición de mi cuerpo en la panzota. Sin embargo, en los últimos días Mamá precisamente había notado un cambio en mi postura que -tal vez- permitiría desentrañar las dudas.
Papá se sentó en la silla de siempre y Mami se recostó sobre la camilla; ambos mirando con escepticismo el monitor que -quizá- desvelaría todo enigma. El médico untó el gel en la panzota de Mamá, aplicó el aparatito y, simplemente luego de una leve pausa, preguntó con tranquilidad:
-¿Quieren saber cuál es su sexo?
-Sí -dijo Mami con ansiedad creciente.
-Sí... Si se ve -condicionó Papi, siempre más reacio a dejarse llevar por sus emociones.
Antes de que el doctor respondiera, desde el monitor mi cuerpo les brindó la respuesta con un acto de indisimulable exhibicionismo.
-Es un varón.
Estaba todo dicho. Ahora sólo faltaba elegir mi nombre.

domingo, 17 de febrero de 2008

Mes 6


Las vacaciones en Mar Azul parece que fueron todo un éxito y, con el paso de las semanas, mi presencia en la panzota de Mamá se hizo notar; no sólo por el volumen alcanzado, sino por mis constantes movimientos, que no alcanzo a justificar demasiado. ¿Seré un chico inquieto?
También continuó su curso la indecisión de mis Papis en la elección de mi nombre que, como resulta obvio dado el encabezado de esta página, ya fue resuelto. Juliana y Olivia eran dos de los preferidos, si era nena, pero no los convencían. Lautaro y... Lautaro -sin plan B- si resultaba varón, cosa que en ese momento todavía no sabían.

Un montón de amiguitos

compartir piso