Uno de los descubrimientos más lindos que hice en estas semanas es esa cosita rara que nace de la panzota -cuando Mamá me hace cosquillas o se hace la payasita-, sube por no sé dónde y termina en mi cara; a veces hasta con un ruido raro. Se me escapa de la boca todo el tiempo, cuando alguien me mira y conectamos. También cuando me hacen masajes en los pies, o me acarician las mejillas, el pecho o la panza. El otro día me agarró un ataque de eso justo cuando me estaban por bañar, algo que me encanta y me pone de buen humor.
Creo que se llama... Bueno, no sé cómo se llama, pero Mami sacó una foto en el momento justo -mientras Papá me hacía morisquetas- para que ustedes se den cuenta de qué hablo.
Creo que se llama... Bueno, no sé cómo se llama, pero Mami sacó una foto en el momento justo -mientras Papá me hacía morisquetas- para que ustedes se den cuenta de qué hablo.
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