Ahora sí que la panzota es una realidad, como también las ganas de comer de Mamá, el asco y las náuseas por la leche, la intolerancia por el humo del cigarrillo (algo olímpicamente subestimado por todos) y los vómitos. Pero, por lo menos, no le doy sueño ni la placenta generó problemas, como sucedió con Manu.
Ya fuimos al obstetra, que es el mismo del otro embarazo: el doctor Guillermo Di Nucci. Atiende en su consultorio de Barrio Norte y parece que esta vez va a estar más atento, con la idea de tener todo bien atadito, cosa de que no haya sorpresas ni partos prematuros.
Ya fuimos al obstetra, que es el mismo del otro embarazo: el doctor Guillermo Di Nucci. Atiende en su consultorio de Barrio Norte y parece que esta vez va a estar más atento, con la idea de tener todo bien atadito, cosa de que no haya sorpresas ni partos prematuros.